CASINO (1995)

 


Se han hecho muchos análisis de las películas de Scorsese y sobre todo de las de mafia italiana suyas. Es un genio porque sus lenguajes narrativos son divertidos y morbosos en el sentido más puro del entretenimiento. Hace magia con lo divertido que resulta todo este entramado de muertes, traiciones, rupturas y caídas en el pozo de todos sus personajes, tan sucios y tan deshonorables. Y también hace magia con el ritmo en esa espectacular edición. En Casino pasan muchas cosas, es una biografía de un gerente de la mafia topándose con el resto de sus amigos y adversarios de los que también recibimos sus historias narradas. Todo eso en 3 horas, siendo una duración que no pesa porque corta donde debe y corta con un ritmo espectacular cada escena que cuesta despegar los ojos. 

Pero en Casino se le nota un poco el plástico. La escena inicial muestra al maniquí del personaje protagonista de Robert de Niro de forma evidente y junto a varias actuaciones llevadas al limite del extremo y unos cuantos extras por ahí, la magia del cuento se rompe algunas veces. Scorsese convence con lo que quiere resaltar, pero si el espectador encuentra el truco la magia puede irse y en esta, es donde más veces se siente que algunas cosas estaban siendo fingidas. 

Luego, es muy difícil conectarse con los dramas humanos, porque los construye y los degrada al final. Es decir, que si uno es muy critico encuentra que Scorsese se repite una que otra vez en Casino, Godfellas, The Departed, casi como si usara una plantilla. La misma que utilizó en el irlandés. Y en esa plantilla cuando un personaje sufre, le pasa lo del pastorcillo mentiroso: nos queda muy difícil compadecernos o identificarnos con ese nivel de cinismo, maldad o deshonra. Es que perfila sus personajes en este tipo de películas como siempre. Y sí, salimos asqueados de la maldad del mundo y sus victimarios, pero cuando se toma tanto tiempo para hacernos entender las razones de la maldad y no nos compadecemos, puede que el truco no haya funcionado mucho.

Casino es un ejercicio riquísimo de narración del cine, pero como con sus personajes femeninos hay mucho de degradación y repito, mucho deshonor. El personaje de una Sharon Stone muy acelerada, al final se muere en una toma de unos 10 segundos. Casi siempre no enriquece o no termina de la mejor forma a sus mujeres. 

Casino es una película fundamental, ejecutada con brillantez y divertida, con un Joe Pesci mórbido y un contenido De Niro. Pero cuando Scorsese quiere contar otras cosas y usa su talento para convencernos en producciones no tan populares como Silence , me parece que brilla más desde el olimpo de donde nunca debe bajar. 





★★★1/2

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