EL PROBLEMA DE MARVEL



Creo que el estudio siempre tiene tres objetivos en sus películas: 1. la primera cinta de un nuevo súper héroe es una toma de contacto. 2. Apuntamos siempre a los Vengadores por lo cual este metraje es una transición hacia algo más grande y por eso no parece tan significativo. Y finalmente: hay que jugar a lo seguro para crear hype.  

En otros productos cinematográficos de Hollywood  resulta haber cierta importancia por el hecho de que todas las ideas creativas, artísticas, técnicas y narrativas recaen en un director mientras que en las películas de esta productora se hace más fuerte la idea de que estas ideas y sus intereses economicos están por encima de cualquier otra perspectiva. Por eso se asumió la salida de Edgar Wright de Ant-Man y es por eso que cuando un estilo o formato, se destaca más que las ganas de llegar a los vengadores, se tiene un rato aún más agradable en la sala. El formato prima sobre la historia y es por ello que Guardianes de la Galaxia resulta ser más potente de lo normal: su estilo de comedia de acción la lleva a algo más allá, de la acción tradicional.

Cristopher Nolan se destacó por su trilogía a partir de crear películas serias y oscuras de superhéroes que construía un guion en donde se arriesga a no jugar por lo seguro y a hacer luchar a su caballero de la noche ante una adversidad tan seria como la muerte del personaje de Maggie Gyllenhaal. Hemos dicho muchas veces que Marvel tiene problemas con la configuración de su villano, pero me parece más determinante anunciar que el verdadero problema consiste en que el héroe en vez de hacer actos heroicos y coreografías espectaculares en cámara lenta, lograra salir airoso de una situación en donde no solo las tiene todas para perder, sino situaciones en las que, lo ha perdido todo. Luego esas situaciones tan dramáticas se conectan con el orquestador que resulta ser el villano principal, Darth Vader, Joker o Eduardo Primero de Inglaterra en BraveHeart, por ejemplo. 

Jugar por lo seguro me resulta fácil de entablarlo: los espectadores no pueden dejar de sentir ese buen rollo, felicidad y efecto placebo. No se ha visto un momento más allá de la muerte del agente Coulson en la primera Vengadores en donde las cosas, se hayan ido realmente a la mierda. Es un cobarde miedo por destruir la integridad del espectador y luego recuperársela, o de desmarcarse de una línea narrativa tradicional. El súper héroe parece que NO PUEDE perder algo realmente importante, el espectador no puede cuestionarse el derrame de una lágrima, sino que le tiene que salir fácil y nadie puede quedar molido tras ver una película. Es una necesaria falta de punch dramático. 

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