EVERYBODY WANTS SOME (2016)

Linklater es un director al que le gustan las conversaciones, los diálogos y el retrato de la juventud de la forma mas ingenua y buena onda posible, le gusta albergar sus películas de sentimiento de felicidad y de hacer recortes de memorias personales y temporales sin ninguna sucesión o concepto especifico, sino el de recordar y ver la vida humana. Todo sale a delante en cuestión de tiempo y todo va a estar bien. Sin embargo en Everybody Wants Some, la falta de problemas en esos 3 días de relato, la ausencia de critica y el lleno total de "tranquilo, viejo vamos a la fiesta" junto al sentimiento de feel good movie solo crea un ligero aislamiento del espectador. Es una sucesión de perfomance actorales que se interesa en los eventos y en la recreación temporal sin poder identificarse completamente. A eso vamos a una fiesta, siempre necesitamos un espacio para blanquear la mente, sabiendo que Linklater cuando quiere hace drama bueno e intimo.  

Se le nota que no tiene ambiciones mas alla de pasar un buen momento, de hacer sentir nostalgia feliz y de hacer una fotografía de una vida en donde el culto a la juventud se observa con una simplicidad apabullante. Todo es bonito, noble, libre, donde los jóvenes vivían mas el presente que el mañana.

No se puede destacar nada, nada es realmente impactante, nada se considera trascendental, ninguna consecuencia de la vida se alcanza a ver todavía y es justamente lo quiere. Las actuaciones se ven un poco limitadas, la falta de dureza mas que planeada y la perspectiva de las cámaras y la iluminación la convierten casi en una modesta serie de televisión. El logro es que todo eso esta mas que planeado, ese era el tamaño de las ambiciones de la producción y han conseguido que ellos y nosotros nos la pasemos bien.