BLADE RUNNER 2049 (2017)

Puede entenderse porqué a algunos fanáticos demasiado acérrimos de la primera película, no les haya parecido esta secuela, tan contundente: mientras Scott planteaba todo un universo de nuevas cosas, conceptos, preguntas, paradigmas de la ciencia ficción y golpeaba la mesa por primera vez, esta secuela no mira para otros extremos ni quiere poner nuevos conflictos éticos, científicos y tecnológicos que no hayamos visto. Villeneuve lo que quiere es poner un espejo delante de los personajes para desarrollar una historia que profundiza en el lore con el objetivo de analizarse, describirse, y para ver el cambio del tiempo en ellos y en nosotros.

2049 logra desarrollar una historia que se manifiesta por percepciones, actuaciones y efectos de un mundo casi aislado y claustrofobico, que ya estaba inventado y del que ahora se puede arriesgar a explotar. Le gusta hacerse un homenaje, le gusta entablar nuevos problemas a esos personajes que habitan tal mundo, y le gusta contarnos una historia escrita con mucha creatividad, respeto, lógica y un drama casi humano. Un poco densa, con cierta escasez de una tensión mas agobiante. Pero con un final que grita a trilogía. Cada escena es un espacio que merece toda la atención por su belleza y cada comentario de que es lenta y larga solo demuestran que no es una película que aguante el ajetreo de los espectadores actuales. Paciencia que las cosas largas también pueden ser buenas y ademas, con el bombardeo de imágenes y conceptos que hemos visto hasta hoy, es mucho mas espectáculo llevadero que su predecesora. Su mayor virtud es su inmersiva narración y como siempre la pulcritud del maestro Deakins.