AMERICAN PSYCHO (2000)

La critica debe contar los pormenores de lo que se plantea en el marco del cine, discutirlo, debatir si los mensaje morales están sujetos a la efectividad del mensajero, del convencimiento de su mensaje. Por eso es que el juego con el espectador es lo que hace de American Psycho lo que es. Una película excepcional en hace entender su tono, la actuación, la dirección y la puesta en escena, para retar al espectador a sacar sus propias conclusiones y criticas sociales. 

El juego de entender que significa la moralidad y la teatralidad de sus protagonistas, que papeles tienen y cuales son los colores de la parodia, la violencia, la sangre, la demencia, la hipocresía y la comedia, es el factor clave. Todo los juegos de la era que representa. Es una obra a la que le interesa el estilo, el como remarca las letras de oro de las tarjetas de presentación, la estupidez, la ética y la demencia de una generación. 

Es un logro que todas las sobre actuaciones funcionen al limite, en el marco de la escena, que el guion funcione entre fotogramas que recrean perfectamente la época, por sus filtros, colores y texturas, la plasticidad de los ochentas, las observaciones y sobre todo  el éxito del ritmo, punzante, descarado y morboso. En algunos aparte se alcanza la crudeza mas bestia y el terror se funde con la hipocresía del espectador ante lo atractivo del sobrado papel de Christian Bale. Actuaciones, música, y guion con las dosis juntas. No es una botella del trago mas caro y fuerte sino el shot necesario para darte un buen golpe. Tal vez la única pega, es que el final resulta demasiado impreciso y abierto, un poco mas de contundencia daría un rato mas claro y demoledor.

¿ La sociedad se lo permite, o todo es imaginación? Tal vez ambas, pero ese trabajo lo hacemos nosotros, no la película.