BRAD´S STATUS (2017)

La figura del narrador de sentimientos, de ideas, de lo que está pasando y de lo que está afectando a los personajes en el cine, es una herramienta que la mayoría de las veces no logra funcionar porque rompe la idea de saber mostrar para captar, haciendo sobre exposición entre las palabras y la imagen. El espectador se siente subestimado y es una estructura que no le permite adentrarse en la realidad del universo expuesto.

Ese es el mayor problema de Brad´s Status, el personaje que interpreta Ben Stiller está en primer plano durante media película explicando lo que siente cuando en realidad las escenas de conversación que tiene con sus “antagonistas” son un mejor reflejo de sus dolores, su crítica y sus pensamientos de felicidad. También se subestima a su hijo porque se convierte paulatinamente en un espectador de un personaje principal cuando lamentablemente es el MacGuffin y la actuación más profunda del metraje. La narración es un compendio de ensoñaciones brillantes y subjetivas que van y vienen entre estados de ánimo, pero que no logran ni significan nada más allá de dibujar la mente del personaje. Es como si varias construcciones o profundizaciones, al final, en la realidad, no sirvieran de nada, ahí es donde la fuerza dramática se pierde, la conexión con esos personajes con un final muy abierto debido a que han tenido demasiada importancia antes. 

Es una película con moraleja, critica, dulce, rozando la comedia y la sencillez con actuaciones que reafirman la calidad de sus actores, sus ojos y sus sensacionales conversaciones, que consigue aliviar la carga de los denominados first world problems, y funciona. Pero varía mucho, suaviza el impacto, explica demasiado. Hay que dejar ver.