COWBOY BEBOP



Cowboy Bebop es una serie completamente anormal para el anime, a la que le importa poco porqué pasaron las cosas  y se adentra en las consecuencias del presente. Le interesa más mostrar los matices y particulares colores de ese futuro, aunque no profundiza toda la paleta completa de colores. Es una muestra en 26 capítulos que combina, el western, la ciencia ficción, la actualidad critica de finales del 2000 y el futuro distopico. Es un popurrí de naves y cohetes, y de las mafias italianas, japonesas y chinas. No existe una mezcla mejor de lo audiovisual entre lo occidental y lo oriental y pese a que le dan su particular interpretación todo resulta creíble profundo y adulto. Aunque los estereotipos del anime estén y aunque también haya una enorme libertad creativa en todos los escenarios, se mantiene la riqueza de la sociedad americana y del western espacial.

Lo que más impresiona es la forma de mostrar las escenas, la forma en la que se edita uno y otro cambio de escenario y de personaje, los cortes para evocar musicalidad y el movimiento de la animación. 

Es un ritmo divertido atípico de cualquier otro medio audiovisual  que  cuando es más silenciosa, (porque algunas veces los diálogos no resultan tan profundos) es cuando interesa de una mejor forma, porque le da la importancia necesaria a la otra mitad de una composición musical: los silencios, aquellos que dan fuerza a esa fantástica fotografía, a los marcos estáticos con juego de luces y filtros.

Es tan anormal la serie que su estructura se basa no en los personajes principales sino que cada uno de los 26 capítulos tiene como protagonista a los antagonistas, o a los coprotagonistas: personajes extraños que se adentran en la vida del cuarteto principal de la historia. Sin embargo cuando la serie gasta demasiado tiempo (más del debido) en estos extraños o ajenos personajes es cuando pierde fuerza, derivando o diluyendo la brillantez de la trama. 

Pero cuando vuelve al personaje principal retoma su camino inicial sin sobresaltos y lo convierte en un indispensable para la fuerza de la trama. Spike es el motor de la serie, un personaje sumamente carismático, oscuro, un protagonista con moralidad atípica, con dolor, con estilo, con ambición y con una fuerza seductora que encierra incluso al espectador. La humanidad en este personaje está presente, la masculinidad, el realismo de los diálogos, el valor de la justicia. Tal vez el mejor hombre del anime que se agrupa junto a Jet Black , una figura paternal y moral y Faye Valentine, todo lo contrario a los demás personajes porque enamora pese a su corruptible personalidad. Con Ed es necesario mencionar que pueden haber muchos problemas porque es un personaje inentendible, extraño y casi imposible de concebir en una realidad. Si uno se detiene a analizarla es una niña casi dios, que resiste toda clase de condiciones y situaciones, de forma totalmente indiferente.

Es cierto, cuando se van de Spike la serie pierde fuerza, pero cuando giran las tramas alrededor de su presencia la serie aumenta de ritmo, se profundiza en el universo de forma necesaria, crecen las ciudades y los horizontes, la moralidad, los duelos, la animación, la confrontación, la belleza de los viajes, el mundo y sobre todo el ritmo en juego con la música. Varios capítulos son brillantes pero aquel en el que van en búsqueda de un VHS y otro en el que utilizan un transbordador espacial, son en realidad la mejor muestra de la belleza y calidad del anime más redondo y regular de la historia. Tan bien el más maduro, falto de exageraciones innecesarias en los dramas humanos que es el gran pecado del anime japonés.

Comentarios

Entradas populares