THREE BILLBOARDS OUTSIDE EBBING, MISSOURI (2017)

El estado de gracia, la química tan brutal entre todo el casting, sea protagonista o coprotagonista y las actuaciones magnéticas durante toda su duración son el impulso máximo de una película completamente única, original y cínica. Es lo más políticamente incorrecto que he visto en años, llevada al extremo entre la comedia y el morbo, la estupidez y la xenofobia. Cada uno de sus personajes es detestable y al mismo tiempo encantador y gracioso. 

Sin embargo su intento mayor por preocuparnos por el drama de sus personajes se borra ante la constante trivialización y risas. Se esfuerza mucho en hacernos olvidar que lo pasado por mas malo que sea, no tendrá consecuencia alguna. Es una especie de socarronería que queda borrada con la escena siguiente. Un universo irrealista sin consecuencias, donde se está criticando la realidad en todo momento.  

Inquieta al espectador, lo cuestiona, lo hace sentir incomodo, pero sin ninguna trascendencia tras su visionado. Además y como si esto no fuera suficiente, la película gira totalmente al final para encontrar una curva vacía. Por mas alabanzas que merezca, nada puede tapar que es un metraje con un final abierto, incompleto, apresurado, anti climático. "Y entonces..."