DEADPOOL 2 (2018)

Carcajadas ensordecedoras en la que posiblemente sea la mejor comedia del año. Escenas fuertisimas sin ningún tipo de control y un nivel de violencia subversivo y mal intencionado en una catarsis bastante simbólica. Un rato al que le interesa demasiado hacer disfrutar al espectador por mas incorrecta que sea la forma de hacerlo. También tiene momentos grabados con tino en una persecución de autos casi memorable y bien llevada por que la cámara no se pierde; se disfruta de cada acción a una velocidad perfecta y emociona muchísimo ese maravilloso personaje que interpreta  Zazie Beetz, por que le da un matiz jamas visto a los super poderes.

Pero la dependencia casi adicta al chiste hace que no interese absolutamente nada más. Cuando la película quiere ahondar en temas serios, cuando quiere drama, cuando quiere acción se ahoga y se le ven las fisuras, los problemas por solucionar las consecuencias de los chistes, las razones del giro en el guion. En algún punto todos entramos en una fase de "dame más chistes que es lo único que funciona" y además si no estas untado de cultura pop, si tal ves no te interesa saber que pasa en esa cuarta dimensión que el personaje de Ryan Renolds siempre quiere romper, esos chistes tal vez no funcionen contigo. Es evidente que es una parodia, pero cuando se parodia así misma y vuelve interesadamente a decirnos que no, se supera un limite. 

La obsesión por romper esa cuarta pared genera momentos que he disfrutado muchísimo, pero algunos mas están llevados a un nivel en el que nadie aguanta. La primera película sabia medirse, se reservaba sorpresas; aquí toma la mano, el brazo, el cuerpo y la casa del espectador. Es demasiado. Algunas escenas sufren por que no se encuentra muy bien el tono y otras están simplemente mal dirigidas, actuadas y alargadas artificialmente. Tanto que su escala se pierde. 

Salvo cuando vuelve el chiste, la ruptura, la critica. Bien, pero implica una destrucción de su misma estructura.