HEREDITARY (2018)

Un rompecabezas está puesto en una mesa y el responsable de haberlo armado, te dice pasados unos minutos, que memorices todo lo que puedas para que compruebes que la imagen que forma es tan espectacular, que, al entregarte las 5 fichas faltantes, tú las vas a poner tan rápidamente que parece pronosticado. Completas la big picture y te quedas fascinado por la estructura de montaje y la imagen que representa. Una imagen tremenda mente aterradora.

Varios méritos tiene Hereditary, el primero es que lograr crear una imponente perturbación en el espectador con imágenes, planos, secuencias y sobre todo, con las conexiones. Lo segundo es que perturba más cuando se logra en el primer visionado entender todas las referencias y simbologías y en vez de caer pesadas, se conectan fácilmente y se quieren solucionar. Lo tercero es que no cae en ningún lugar común, cosa afín a las películas de terror y su drama humano sale tan a flote que duele, es como si le pasaran cosas aterradoras a personas que apreciamos por que la dirección nos obliga a quererlos, a interesarnos por ellos sin más. Casi todo en la película tiene significado, justificación y diseño. Ari Aster ha pensado en cada plano.

Sin embargo, pese a que una idea como el halo de luz que brilla y que señala cosas, sea tan espectacular y tan inteligente, hay problemas en el tono de sus caminos. Es decir, algunas escenas parecen mostrar que nos desarrollarán el lado psicológico de su protagonista, otras, sus sueños, algunas más, nos dicen que parece que habrá juego entre si esto es real o, de nuevo, un sueño y por eso es difícil tomar a la primera el impacto de lo que verdaderamente está pasando. Mejor dicho, cuando arde cierto personaje mi mente no logro perturbarse porque estaba seguro que sería un sueño. Un tono anterior me había desviado por completo, el impacto de una escena de un sueño de su protagonista me había impresionado tanto que pensaba que ese seria el camino definitivo. 

Se entienden las cosas y evidentemente se conectan, pero también pasan más de la cuenta, hay giros, eventos que van y vienen. Se pasan milímetros de la línea de suficiente. Pero esto no es impedimento para salir a alabar todo lo que hace. Sus brutales, realmente BRUTALES actuaciones, su dirección, su cariño o talento y dosis para narrar lo que cuenta. Una genialidad de su género, un talento por instalar algo nuevo que decir.

Pdta: cada detalle cuenta, pero oye: con preguntarse quienes son estas personas que vinieron a ver a mama en su velación ¿No sería suficiente pista?