CONTACT (1997)



Contact es una película con la que muchos tienen problemas. En su momento el girito de la historia luce como un engaño. A los 16 años, edad en la que la vi por primera vez no lo entendía de hecho: los aliens toman la figura del papá de Ellie, no es el papá de Ellie perse. Pero ahora que logro entenderla, incluso hay más de lo que no entendía, hay cosas que no tienen ningún sentido científico. 

Vamos por partes y rápido: los efectos digitales han envejecido mal. Pero los efectos físicos son por el contrario una lucída del equipo de Zemeckis como por ejemplo la cámara hacia el espejo mientras que Ellie corre, y todo lo que ocurre en la bola que cae de la máquina. Por lo demás la película es demasiado larga: el primer y el segundo acto y las pequeñas discusiones ontológicas que se narran entre un ateo y una creyente que se gustan, son la mejor parte de esos tramos y hacen que uno no sienta que se le va la vida viéndola. Es una película que construye muchísimo ahí, se demora bastante en esa tensión por entender la dimensión del mensaje alienígena. Son largas introducciones para el tercer acto, lleno de ires y venires. Y luego ocurre el tercer acto que, con la obligación de explicar mucho, literalmente no explica nada y la película se desinfla. Como espectador se entiende que hay ideas, discusiones y cuestiones sólidas, pero, no es suficiente. De la misma forma en la que Elllie con una Jodie Foster que prácticamente carga toda la película encima, el espectador se desilusiona de lo que no pudo comprobar.

La moraleja es que una atea entienda que la experiencia que vivió, no puede ser explicada y que pide con fe que le crean. Sin embargo, sí se puede comprobar. En el momento en el que se recibiera una señal de algo de vega todos comprobaríamos nuestras dudas. 

Es sólida, es científica, es interesante, es profunda, es densa, es lenta, es crítica. Pero le hace falta algo más rotundo. La transición que hace Ellie saliendo de la capsula diciendo “es tan hermoso” se vería ridícula en otros espacios, pero aquí, aquí te hace llorar. Puede que los efectos hayan envejecido, pero sus discusiones hoy me parecen relevantes y dignas, pero claro, con un toque de ciencia esto se hubiera convertido en algo más pesado. Agh, es que el tramo con el papa es demasiado, demasiado corto.

★★★★

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