MARRIAGE STORY (2019)

Creo que es una exposición profunda de la realidad actual del feminismo y las relaciones modernas, porque el personaje de Scarlett Johansson desea recuperar sus sueños y tener una vida tras perderla por un ideal de matrimonio y como esto afecta toda la vida de Adam Driver, en el proceso. Es como quitarle peso a una balanza tras el enorme error e infidelidad de Charlie, y que ese peso sea el dejar de amar a su esposa y  perder la oportunidad de ver a su hijo viviendo al otro lado del pais. 

Es interesante como los espectadores asumimos una posición, la gran mayoría de las mujeres están del lado de Nicole y la gran mayoría de los hombres en los que me incluyo, estamos del lado de Charlie. Sin embargo el ejercicio no es tan fácil, nunca dejamos de entender por completo el lado “opuesto” es decir, Nicole tiene el derecho, la obligación de cumplir sus sueños perdidos, pero de paso se ve impulsada por tomar una decisión que afecta brutalmente a la película: los abogados destrozan por completo la vida de ambos y se llevan por delante lo que Charlie había pronosticado, su dinero, su estabilidad y sobre todo su hijo. Nicole pide disculpas y también lo ve. Pero es que también es cierto, el hecho de que la madre lo ha perdido todo por una sociedad patriarcal que quiere vírgenes marías en sus perfectas madres y recuperar esa vida perdida produce esa gran actuación de dolor de Adam Driver que intercambia sus beneficios y que los pierde. 

Y no es solo eso, la película está marcada por diversos matices en su cinematografía, la defensa del modo de vida de Charlie en Nueva York cuando sale a hablar a times square, el cómo juega su suegra con el nuevo novio cuando lo hacía antes con él, el simbolismo de las canciones, la realización de que Nicole está perdida, el corte y la sangre de Charlie, simulando que todo está bien y como se desangra (económica y espiritualmente) sin que su hijo lo note. El corte de pelo de Nicole, el cómo le amarra sus zapatos a Charlie, el “cariño” cuando están peleando en la escena en la sala, y sobre todo el simbolismo de hombre invisible y fantasma en los disfraces de Halloween. Los argumentos en la escena de la sala van y vienen y ahí recae en el espectador la decisión. No, ninguno de los dos es un villano, ambos actores son antagonistas y protagonistas al mismo tiempo. 

Es una obra maestra de actuaciones, una necesidad profunda de vernos identificados en sus personajes, en el amor que se profesan, en la profundidad de su relación, en el giro de lágrimas a alegría de Nicole con una dirección de escenas brutal y una muestra en pantalla que es imposible de dejar de ver. Aquí no hay nada aburrido, todo es magnético. Si hemos hablado en este blog de que la gran virtud de una película es el impacto emocional, Marriage Story es impactante y rotunda por sus actuaciones y además es un logro del estilo de Baumbach y su humor. 

“Me enamore de él a los dos segundos de verlo y nunca dejaré de amarlo, aunque ya no tenga sentido” Es un golpe tan profundo en el estómago. A veces las mujeres toman una decisión con su amor y nada podrá detenerlas. Una película profundamente masculina que se dirige a cuestionarla y a revisarnos por dentro.  

★★★★★