DRAGON BALL SUPER (2015-2018)


Tengo un cuadro, enmarcado con todos los personajes de Dragón Ball en mi habitación. Creo, además, que la serie es probablemente el fenómeno cultural mas importante de las personas de mi generación. 

Durante años vi la serie y espere cada capitulo como si nada, soy un fanático acérrimo y seguramente me influye en muchas cosas desde lo estético hasta lo inconsciente. Aun así, con todo lo que la quiera, no puedo dejar de perdonar sus errores: la serie tenia cambios bruscos en la narrativa, dilataciones en los eventos, personajes que no tenían cabida en un mundo donde no existiera un enemigo o una situación por vencer y una inconsistencia en la animación y en los dibujos que provocaba arrancarse los ojos.

La razón era muy simple, Dragón Ball como todo el anime de su época se basaba en su estética, en como sentíamos el gusto estético por sus dibujos y la fuerza por medio de colores y diseños en la animación. Cuando alcanzaba su máximo, el dibujo era abrumador, épico, hermoso, estético, salíamos a dibujar como locos, explosiones, velocidad, luchas, rayos, bombas atómicas lanzadas con las manos por todas partes, puños que no se podían ver de lo rápido, poníamos posters en nuestra habitación y cuando no, la serie volando bajo era rápida y se disfrutaba.

La saga de freezer sigue siendo lo mejor de la narración y debió acabar ahí, pero en cell todo el público gozo por cantidad y no por calidad y existieron giros argumentales, coherencia, más personajes y más animación con más presupuesto. Cell se veía moderno. En BUU escalaron todos los conflictos y finalmente entendimos tanto público como productores y creador que ya era suficiente, que no había más donde los personajes pudieran explotar sus poderes y sus conflictos. Luego vino GT, que, pese a sus cosas, mantuvo en el cenit a la serie y finalmente creímos que cerrar un capítulo de nuestras vidas cuando la serie se acabo fue más que necesario.

Pero Toei Animation quería mucho más, porque la serie lo merecía, y mientras que cerramos el duelo todos en los países hispano hablantes, el fenómeno en occidente de la serie tenia que explotar donde todavía no explotaba. Cuando los norteamericanos se devoraron todos los capítulos y quieran más, habría que alimentar sus ganas y nació Kai (la reedición) y Super (la continuación de z que eliminaba por completo a GT).

Por mas malos que sean sus errores y sus bajos, Z, e incluso GT, no tienen un mal tan distorsionado como el que presenta Super en sus altos mas altos. La serie se casó con Goku y Vegeta para no abandonar por nada el fan service. Pero el fan service puede ser positivo en algunos casos como la película lo demuestra, topándose sin tiempo para contar las cosas, sin juegos y sobre todo dejando de entrar por los ojos con un nivel técnico castrado.

La serie durante los noventas y cada saga contaba cosas diferentes, pasaban cosas diferentes y por ejemplo el hecho de que Gohan se haya convertido en el protagonista en la saga de cell, demostró que había decisiones inteligentes, arriesgadas y nuevas que evolucionaban. Cuando Super llegó, intenté varias veces ver la serie y no pude porqué entendí que esto era una fotografía estática del tiempo, mientras que yo, ya había cambiado. Ese fan service que en vez de poner a los diferentes en situaciones nuevas propone poner a los mismos personajes en las mismas situaciones. Super, además, se copia totalmente del peor segmento de la serie que es BUU y rebaja su tono para todos los públicos dándole poder obsesivo a sus dos únicos protagonistas.

La serie durante los 90´s continuo juiciosa con un arco de crecimiento de personajes, en dragón ball construyo a Ten Chin Han, a Bulma, a Roshi a Lanch, en la saga de Cell abandono por completo, pero construido, a Yamcha y a ten chin han, a Vegeta, a Trunks, a todos. Todos vimos en qué personaje se convirtió krillin y como fueron los años de paz previo a Buu, o como construyó Toriyama a Gohan para luego botarlo a la basura, como creo familias y como hizo madurar a Vegeta.
Super por su parte tiene varios males, no construye personajes, inclusive los hace involucionar y da cientos de capítulos como si fueran una misma sopa rebajada muchas, pero muchas veces. Es una serie que ridiculiza a sus villanos, que les quita todo el gusto por su maldad y que aplica la formula de que un enemigo más fuerte solo hará despertar un nuevo color de cabello, sin riesgo, sin nuevos personajes protagonistas, sin nuevos sacrificios y sin el sentimiento de derrota o riesgo. Al final, sin perdidas, los personajes lograran la victoria.

Frezzer por ejemplo, revivido, usado como un argumento lleno de fan service vacío, evoluciona su poder, pero involuciona como personaje. Una comparación deja muy en entredicho a los escritores en el hecho de que un personaje de 1992 es mas potente que uno repetido de 2017. Porque los escritores y directores creen que los niños siguen siendo los mismos y que los adultos de este año se sentirán contentos con recordarles su niño interior teniendo 27. Si quiero recordar el sentimiento de Dragón Ball Z, tranquilamente puedo revivir la serie en Crunchyroll, no había necesidad de esto.

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